: Te vas a la ciudad definitiva sin mi, perdonaras que no te vaya a despedir. La noche corta como un cristal roto y tu estaras tan triste como hermosa
que el buen recuerdo puede doler, pero has venido a recordarnos que no es tan malo crecer. Veras que hay dias con espinas y que puede doler vivir, pero
escondimos. No digas que todo era mentira: los encuentros y las despedidas, tampoco los dias en que me decias que todo iba a irme bien. Aun queda tanto por vivir
: Hola. Soy yo. Solo llamaba porque estos lunes siempre me matan. Ha amanecido tarde este dia; mi almohada llena de tus cenizas. Pase, ?recuerdas?,
: Se quema la tarde mientras yo te miro sin que te des cuenta. Y exhala tu pena un perfume muy dulce y se congela el sueno. Se apagan los cuerpos, miras
: Viviamos el candido espejismo. Ingenuos, devorabamos sumisos ilusiones creadas para nuestras inventadas y justas necesidades. Y entre anuncios que
: La vida era un simulacro de lo real hasta que el viento trajo tu voz a mi habitacion. Inesperada como tormenta en tiempo estival, como el olor a tierra
: Se ha enredado en tu cabello un ciclon de mariposas, te pido que no me olvides como quien reza a una diosa y enciendes un cigarrillo, quien fuera el
: Apresurate despacio, amor mio, que la noche reclama nuestra presencia. Es la calma y sus acordes hoy el lujo imprescindible que nos arrebata el mundo
: No reconozco a ese tipo que mira asustado desde el espejo de las escaleras mecanicas. Alla donde todos miran buscando, que se yo, tal vez una sumergida
: Contando monedas para comprar cigarros, regreso a mi casa, sumando derrotas. Vuelvo sin excusas, sin paz ni trabajo, y a nuestro futuro le arrancan
: Puede parecer que solo queda contar los fracasos. Por eso aplazamos siempre el ultimo trago. Mientras tanto, bebo, fumo, vivo y amo. Quiza como todos
: Hago balance y repaso viejas fotos. Ya no soy aquel muchacho con relampagos en los ojos. Conservo miedos por los que aun debo cantar. Aun siento el
: Maldigo y preguntas por que frunzo el ceno, por que las auroras me dejan el pecho lleno de agujeros. Quiza sea la noche, abriendose como una terrible
Hago balance y repaso viejas fotos. Ya no soy aquel muchacho con relampagos en los ojos. Conservo miedos por los que aun debo cantar. Aun siento el
Se quema la tarde mientras yo te miro sin que te des cuenta. Y exhala tu pena un perfume muy dulce y se congela el sueno. Se apagan los cuerpos, miras
Viviamos el candido espejismo. Ingenuos, devorabamos sumisos ilusiones creadas para nuestras inventadas y justas necesidades. Y entre anuncios que nos
Apresurate despacio, amor mio, que la noche reclama nuestra presencia. Es la calma y sus acordes hoy el lujo imprescindible que nos arrebata el mundo